5 preguntas que te ayudarán a ENDEREZAR EL RUMBO DE TU NEGOCIO… y de TU VIDA
Si sientes que tu proyecto de negocio no termina de arrancar, o no eres capaz de captar la atención de tu público objetivo, es tiempo de ponerte la mano en el corazón y hacerte algunas preguntas reveladoras que te enfrentarán a tus errores, y te convertirán en un emprendedor más eficiente y productivo.
¿Qué problema soluciona mi empresa?
PROBLEMA+ÁREA DE INTERÉS=OPORTUNIDAD DE NEGOCIO. Encuentra un problema que puedas solucionar, da una clave de valor única y diseña como vas a presentar esa propuesta de valor a esa persona o a ese colectivo. Cuando tu proyecto de negocio soluciona problemas a un grupo determinado de consumidores, está destinado al éxito.
¿En qué he mejorado en los últimos seis meses?
Hacerte esta pregunta te obligará a salir de tu zona de confort. Mejorar continuamente, requiere de altas dosis de humildad y disciplina. Manten los ojos abiertos… supervisa tus procesos de negocio y abre tu mente a los cambios.
¿Cómo puedo entregar más valor, a más personas?
Uno de los errores que cometemos con más frecuencia cuando vendemos nuestros servicios o productos, es mirarnos el ombligo. Olvidamos que la generosidad es la base de la prosperidad. Cuando nos enfocamos en las necesidades del otro (y no en las nuestras) generamos un encuentro, y donde hay encuentro, hay posiblidades. Es imposible contar con la lealtad de un consumidor, si no conocemos sus intereses y sus carencias.
¿Me concentro en problemas imaginarios?
Donde ponemos nuestros pensamientos, ponemos nuestra energía. Echa un vistazo a tus preocupaciones y verás que la mayoría de las cosas que te atormentan, no han sucedido. Enfócate en el presente y recuerda que nuestro futuro está determinado por las decisiones que tomamos HOY.
¿estoy atacando el problema o el síntoma?
Si por ejemplo, te quejas porque no tienes dinero, ese no es el problema, es el síntoma. Lo más probable es que el problema esté en la manera en que manejas tu cuenta de banco. El origen de los problemas siempre tiene que ver con lo que somos. Hazte 100% responsable de tu vida, y ten por seguro que tus decisiones (buenas o malas) construirán tu presente y tu futuro.
